La tranquila y templada tarde invernal, en las calles de nuestra localidad se percibe, la presencia de una persona foránea montada en una bicicleta haciendo sonar el “chiflo” o la también llamada “flauta de pan”, típico instrumento que delata la presencia de un afilador. Nos acercamos y ante nuestro pedido Diego Emanuel Sosa que así se presenta accede gentilmente a dialogar un momento sobre su trabajo …”a este trabajo lo aprendí de mi papá que es afilador hace 50 años, yo hace unos 15 años que lo hago, antes vendía ajos de chico y otros trabajos, pero aprendí el oficio de mi padre Mario Jesús Sosa y mi hermano mayor y con esto me gano la vida recorriendo el país, somos de Buenos Aires y andamos por todos lados, hicimos base en Santa Rosa y salimos a ofrecer nuestro servicio a las localidades, este es un oficio que no distingue ni malas ni buenas épocas porque a los cuchillos hay que afilarlos siempre, además afilamos tijeras, palas, picos, tijeras de tusar, cuchillas de electrodomésticos en fin todo lo que se pueda afilar. Le consultamos si el oficio tiene algún secreto y Diego dice que; “por ejemplo a las tijeras se las afila de un solo lado y para hacerlo hay que saber porque si no se arruinan y no sirven más, por ejemplo en los cuchillos de buena calidad largan chispas al afilarlos, los otros de mala calidad no, porque están mal templados y se tienen que mantener con grasa para que se vayan templando”.

El dispositivo donde el afilador hace su tarea, está montado en la bicicleta que se apoya en una base y permanece inmóvil, acoplado al caño, sobre rodamientos hay una piedra esmeril y una piedra común que son accionadas con una correa en una doble llanta trasera del rodado, el cual hace girar con el pedaleo el trabajador.
“Acá es la primera vez que vengo pero hay lugares que ya nos esperan para que afilemos los cuchillos y otros elementos que hace mucho tiempo que no se afilan porque no pasan los afiladores, un poco porque también está perdiéndose el oficio”.
“Por este oficio conozco muchos lugares de Argentina, por mencionar algunos, Córdoba, Neuquén, Rio Grande. La gente a donde vamos generalmente nos recibe bien y en el interior es muy distinto a lo que es en Buenos Aires que es de dónde vengo, nosotros ahora hace 15 días que estamos fuera de casa y con ganas de volver, estaremos 1 semana en casa y volveremos a salir a otro destino a ofrecer el servicio de nuestro oficio”.


Ilustración. Nogueira de Ramuin. “Afilador”